“ADOPTAR es un acto de AMOR que sobrepasa el entendimiento humano y que se perfecciona cuando te percatas que son tus hijos los que te ADOPTAN”.
Sin lugar a duda, lo más hermoso en un proceso de adopción es la decisión y elección de los padres. Esta nace de una necesidad de dar amor, más que recibirlo. Es la “dulce espera” que te llamen para decirles que van a ser mamá y papá.
En este proceso, tal y como ocurre cuando una pareja logra embarazarse, no sabes cómo será tu hijo, si será niña o niño, o si quizá te llegarán varios porque se te otorgó la posibilidad de llevar a casa a unos hermanitos.
El amor a primera vista, que muchos llaman química, es la conexión emocional que te permite saber que estás frente a una relación que será para siempre. He tenido la dicha de ver familias formadas y fortalecidas por la adopción, lo que me llena de gratitud y esperanza en un mundo que solo se enfoca en criticar y juzgar.