Empoderamiento

Por lo general, la mujer víctima de violencia cree que se trata de un problema pasajero. Apuesta a que las cosas cambiarán como por arte de magia. Otro mito en torno a este tema es que solo ocurre en los estratos sociales más bajo, pero las estadísticas demuestran que es un mal que afecta a todos por igual.

Durante el conversatorio, la doctora Saavedra abordó también el impacto de la violencia de género en el desarrollo de las naciones:

–       En el círculo de violencia doméstica no solo se afecta la parte emocional de la mujer, sino la parte económica de la sociedad. Si una mujer no tiene la capacidad de trabajar porque su estado mental está alterado, que no es sinónimo de que esté loca, entonces tenemos una persona que no podrá ser productiva. Esto impacta en ausentismo laboral y tendremos una sociedad que empezará a cojear porque su fuerza laboral no está compuesta de manera equitativa por mujeres y hombres. Así que, cuando se permite la violencia contra las mujeres hablamos de una lesión patrimonial al Estado. Lamentablemente, todavía no logramos comprender el efecto nocivo que tiene eso para una nación.

Mientras no se ataque el problema de raíz, “ningún país que mantenga índices altos de violencia de género podrá progresar, ni salir del subdesarrollo”. Esta situación tiene el mismo impacto que generan los casos de niños con desnutrición grado 3. “Mientras tengamos un país con niños muriéndose de hambre, no progresaremos nunca”.

Enfoque

Las prioridades de los gobernantes están desenfocadas. En el caso de Panamá, el asunto ha llegado al extremo de que los funcionarios públicos, para poder justificar sus interminables viajes, inventan insólitas necesidades como “aprender inglés” en el extranjero; a pesar de que en nuestro sistema educativo hay grandes fallas en la enseñanza del idioma nativo.

Las cosas comenzarán a cambiar cuando el paternalismo y clientelismo desaparezca de las promesas electorales para sumar votos. Quienes aspiren a gobernar deben comprometerse a desarrollar planes eficientes que erradiquen los problemas sociales. Esas propuestas deben mirar el crecimiento saludable de la gente, el fortalecimiento de sus almas, de su inteligencia emocional y su autoestima; para transformarse en ciudadanos más felices y capaces de producir asertiva y efectivamente.

Se hace totalmente necesario y urgente no solo crear leyes, sino trabajar en la prevención y la atención rápida, oportuna y eficaz de las poblaciones más propensas a la violencia. Tomando como prioridad a las niñas y mujeres víctimas de la violencia doméstica.

Esa voz de protección, que debe ser escuchada alto y claro, debe lograr además que entre las mujeres practiquemos la sororidad. Y eso comienza, a mi manera de ver, por las que tenemos responsabilidades en el plano judicial y jurídico. La empatía debe prevalecer cuando nos corresponda atender casos de violencia de género.

Para ilustrar esta última afirmación, observemos cómo es una situación real en nuestras instancias judiciales: Si una mujer decide interponer una denuncia contra su victimario, explicando que se apareció en su trabajo con un mazo en la mano amenazándola con que le destruiría la vida, la servidora pública que atienda el caso en lugar de aceptar la denuncia le explica “amablemente” que el delito contra el orden jurídico familiar y el Estado Civil es “no desistible” y tiene una penalidad de cinco a ocho años de prisión. Por eso, le “sugiere” que haga un “llamado de atención”, ya que se puede considerar que la persona no la ha agredido si el asunto no pasó de una amenaza.

Entonces siendo realmente frustrante para la víctima, es recomendable contar con un centro de atención a la víctima. Si bien tenemos el CINAMU, también es cierto que esta organización no cuenta con el presupuesto por parte del Estado para cubrir todas las necesidades de las víctimas. Regresamos entonces al punto inicial del problema, que es la poca importancia que las autoridades le dan a uno de los pilares más importantes de la sociedad: Preservar la salud mental y emocional de la mujer, con el objetivo de que ella sea un factor que contribuya con la productividad sostenible de la nación.

Conciencia

Estaremos fracasando como sociedad cada vez que:

  • Un hombre maltrate a una mujer.
  • Una mujer sea asesinada.
  • Una canción misógina se convierta en éxito.
  •  Un adolescente le falte el respeto a su novia, a su hermana o a su madre.
  • Cada vez que alguien en la calle lance un piropo y la víctima se ría.
  •  Un jefe acose sexual o laboralmente a sus colaboradoras.
  • Una mujer tolere la falta de respeto porque cree que es algo normal. O si no lo ve normal y se queja, acepte que alguien le diga que no lo tome tan en serio y en consecuencia se conforme con la situación.

En la medida que permitamos esos abusos, seremos una sociedad cada vez más decadente. Esa en la que las mayorías piensan que aceptar estos comportamientos es ser cool; pues de lo contrario se arriesgan a no pertenecer al grupo “del momento”.  Esa en la que nadie quiere ser la voz de las víctimas que no pueden hablar, bien porque están muertas o porque están presas del miedo. Esa que se queda estancada porque no le importa el bienestar del gran motor que mueve un país: La MUJER.

Por eso, el cambio para una mejor sociedad inicia desde la educación que proviene de la casa y del colegio. Las leyes son solo un instrumento para que se cumplan. La doctora Saavedra considera que es una prioridad que nos entrenemos para detectar con facilidad cualquier indicio de maltrato y saber reconocerlo a tiempo. Es la única forma de quitarle al agresor segundas o terceras oportunidades para atacar.

Ya para finalizar, además de trabajar en la prevención, debemos fortalecer nuestra femineidad y que el hombre se eduque. Se debe activar en ellos la empatía, admiración y la tolerancia hacia la mujer. De esta manera, prevalecerá la coherencia y concordancia al momento de conformar una pareja.

Así que ya sabes mujer no te rías de ti misma, tú eres grande y hermosa. Aprende a valorarte y saber decir “NO” cuando lo consideres sin ofrecer tantas explicaciones. Porque solo amándote podrás atraer a ti un amor saludable y duradero.

 

 

 

 

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